En alguna que otra ocasión os he comentado lo mucho que me gustan los castillos, especialmente los que están en Escocia ya que se junta la magia del paisaje escocés con la espectacularidad que tienen todas las fortalezas. Muchos de ellos en ruinas, hay castillos escoceses que hay que visitar aún estando en ese mal estado ya que son igualmente impresionantes. Hoy me gustaría escribir sobre el Castillo Slains, uno de los castillos de Escocia que guarda historias y leyendas más increíbles.
Este castillo está en Cruden Bay, un pequeño pueblo que está en la costa norte del Condado de Aberdeenshire. Rodeado de un paraje natural sin igual, está ubicado en lo alto de un acantilado y tiene vistas al Mar Norte. Este lugar, Cruden Bay, fue el destino de vacaciones de Bram Stoker en sus años de juventud, llegando a confesar más tarde que había sido este castillo el que le había inspirado para escribir a su famosísimo Drácula.
Según cuenta la historia, el Castillo Slains se construyó dos veces y en dos lugares diferentes. La primera de ellas fue en Collieston y lo destruyó el rey James VI para castigar al conde de Erroll por haber participado contra él en una rebelión contra otro conde. Años después, Erroll regresó de su exilio y se construyó un nuevo castillo en el lugar en el que está ahora y dándole un aspecto de mansión señorial escocesa.
Mucho que ver
Hoy en día no queda mucho de lo que fue la fortaleza original ya que hay muchas partes en ruinas, pero todavía se puede visitar y descubrir alguna de sus estancias. Entre los lugares que pueden verse están las habitaciones, pasillos, el Gran Palacio, una sala de billar, las cocinas, un patio, la biblioteca y las dependencias en las que se hospedaban los miembros del servicio. Algunas zonas están perfectas y otras muy estropeadas, pero aún así tiene una magia especial poder estar allí.