En varias ocasiones os he hablado de lo afortunados que somos de tener un país vecino como Portugal ya que nos ofrece lugares fantásticos que visitar y todo ello muy cerquita de donde vivimos nosotros, sin necesitar grandes desplazamientos. Yo veo a este país como el lugar perfecto para hacer una escapada en un puente o en un fin de semana y así ir descubriendo poquito a poco más rincones.
Hoy me gustaría hablarte de una localidad que no es de las más conocidas pero que es preciosa. Se trata de Óbidos, una pequeña aldea de unos 3.000 habitantes en la que te encontrarás con las ruinas de una fortaleza que tuvo la importante misión de defender uno de los puertos más importantes del océano Atlántico durante siglos. En la actualidad la zona fue cambiando y la costa está ahora a unos 10 kilómetros de lo que es el Castillo de Óbidos.
El edificio principal de esta imponente fortaleza se utiliza como hotel y es el más lujoso de la ciudad, lo que ofrece una estancia inolvidable a cualquiera de sus huéspedes rodeados de naturaleza y de las tradiciones más arraigadas en todos los pueblos de la zona. Este castillo sufrió daños muy importantes en un terremoto en el año 1755 y en todas sus instalaciones puedes descubrir toda su historia.
Además de Monumento Nacional, el castillo fue nombrado en 2007 como una de las 7 Maravillas de Portugal. Muy cerquita del castillo está la laguna de Óbidos, un lugar ideal para pasar el día en familia haciendo un picnic o también para disfrutar de un rato de aventura practicando algún deporte acuático como natación o windsurf.