El verano no es solo sol y playa. También es un momento ideal para los viajes y recorrer diferentes puntos y localidades para conocer toda su cultura, arte o los elementos más llamativos o importantes en cada zona. Y, precisamente, hoy nos vamos a centrar en ellos. En concreto, en el Patrimonio de la Humanidad. En España, hay diversas opciones, pero que aquí proponemos una ruta con destinos que deberías ver. Toma buena nota de ellos.
El recorrido
Dentro de las posibilidades que hay, la primera parada de la ruta está en San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife. Este municipio es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1999. Razones no faltan para ello, ya que es uno de los centros intelectuales de Canarias. Además, la localidad está, digamos, dividida en dos partes. En la ciudad alta se observa una urbanización sin planificar, mientras que en la ciudad baja se halla la primera ciudad-territorio ideal, que fue diseñada teniendo en cuenta principios filosóficos. En sus calles también se observan edificios históricos.
Dejando las islas, el resto de paradas están ya en la península. El recorrido continúa en Valencia para ver la Lonja de la Seda, cuyo conjunto de edificios fueron construidos entre 1482 y 1533 y que obtuvo la declaración de Patrimonio de la Humanidad en 1996. Es gótico civil valenciano, siendo un claro ejemplo artístico de este estilo desarrollado entre los siglos XII y XV. Su importancia también radica en que fue uno de los puntos clave del comercio de la seda, aparte de llevarse a cabo otras funciones mercantiles.
Dentro del conjunto arquitectónico, destacan La Lonja y la Sala de Contratación, que son un fiel reflejo de las muestras de poder y riqueza de la ciudad como centro mercantil en el período comprendido entre los siglos XV y XVI.
La siguiente parada es en Cáceres para visitar el Monasterio de Santa María de Guadalupe. En 1993 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Este enclave es llamativo por su riqueza arquitectónica, puesto que engloba ejemplos de arte de cuatro siglos. En concreto, se refleja el gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico.
Este monasterio es importante también por representar dos acontecimientos históricos de relevancia universal. Ambos sucedieron en 1492. Uno de ellos es el fin de la reconquista por parte de los Reyes Católicos y la llegada de Cristóbal Colón a América. Pero eso no es todo porque este monasterio también se convirtió en uno de los símbolos más poderosos de la cristianización del Nuevo Mundo.
Y de este monasterio a otro en La Rioja. La parada es el Monasterio de San Millán de Yuso, que está considerado como la cuna de la lengua española. ¿Por qué? Aquí se pusieron por primera vez por escrito palabras y frases de una intención literaria. Además, era lugar de peregrinación. Por estas razones artísticas e históricas, a las que se suman las religiosas, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.
A continuación, el recorrido lleva a Tarragona para ir a otro monasterio: el de Poblet, que está considerado como la abadía cisterciense más grande y completa del mundo. Este hecho llevó a que se incluyera en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1991. Además, es visita obligada porque forma parte de un complejo arquitectónico en el que se hallan el panteón de los reyes de la Corona de Aragón y una mansión real fortificada.
Y, finamente, cerramos la ruta en Vizcaya para ver el Puente de Vizcaya, que fue construido en 1983. Entre sus principales características destaca el hecho de tener 45 metros de alto y 160 metros de largo. Su importancia también radica en que fue el primero en permitir el paso de navíos por el río y el transporte de viajeros y vehículos de una orilla a otra con una barquilla suspendida. Su construcción es una de las obras más importantes de la revolución industrial, lo que se ha valorado para su inclusión en 2006 como Patrimonio de la Humanidad.