Si eres de los que le gusta el turismo natural y visitar auténticos parajes que son paraísos naturales, uno de los mejores lugares que puedes visitar es Khokana, en Nepal, un pueblecito que además de ser precioso es estupendo para evadirte del estresante ritmo de trabajo y ciudad. Está situado en el valle del Kathmandú, a tan sólo 8 kilómetros del sur de la capital. Un paraíso rural al que escaparse y que cuenta nada más con alrededor de 5.000 habitantes.
Khokana tiene un montón de calles empedradas en donde puedes ver las típicas casas de ladrillos con las guindillas rojas colgadas de los balcones. Una ciudad con un toque medieval encantador y muy peculiar, perdurando en cada rincón su historia, que aparece reflejada en lo que parece un museo vivo. Sus gentes se muestran muy hospitalarias con todo aquel que visita el lugar, que vive principalmente de la agricultura y que casi todas sus actividades las realizan fuera de sus hogares.
En el centro de Khokana está el Shree Rudrayani, un templo de tres pisos donde puedes ver a mujeres sentadas, a hombres aplastando semillas o a cualquier persona realizando actividades típicas de la agricultura o de la vida cotidiana. Lo más famoso del pueblo es su aceite de mostaza, que se puede utilizar tanto para su consumo alimenticio como para masajes terapéuticos, habiendo sido declarado incluso Patrimonio de la Humanidad. Fue el primer pueblo de Nepal en obtener electricidad, antes incluso que Kathmandú.
En definitiva, Khokana es un lugar que no suele tener mucho protagonismo en las guías de viaje, pero si vas a viajar a Nepal, no te fijes únicamente en lo más famoso, probablemente Kathmandú. Aquí encontrarás mucha naturaleza y gente dispuesta a hacer tu estancia de lo más agradable y que te enseñarán que disfrutan compartiendo todo cuando comparado con lo nuestro (en cantidad), no tienen nada.