Situada en el corazón de la Provenza, en el sur de Francia, Avignon es una ciudad tremendamente atractiva, perfecta para descubrir en verano. A su rico patrimonio artístico y arquitectónico, hay que añadir su efervescencia cultural. Y, como es ciudad universitaria, goza de ese ambiente animado durante todo el año, por lo que es una opción igualmente apetecible en invierno.
Si aún no sabes dónde escaparte en vacaciones, hay muchas razones para elegir Avignon este verano. Y, además, no está demasiado lejos, lo que puede suponer una ventaja añadida.
Avignon cultural
Avignon surge majestuosa a orillas del Ródano, y es que es una ciudad de gran belleza arquitectónica. De hecho, el centro fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. Es una ciudad amurallada, y sus murallas, a pesar de que datan del siglo XIV, siguen hoy en buen estado.
Visitar Avignon es no parar de sorprenderse con monumentos increíbles. Como el gran Palacio Papal, una gran construcción gótica medieval, que fue residencia de papas desde que se terminó en el año 1370. Su tamaño descomunal llama la atención. Está formado por el Viejo Palacio y el Nuevo Palacio. También debes visitar la catedral románica de Notre Dame des Doms y, cómo no, el Puente de Avignon o Pont St-Bénézet, uno de los símbolos de la ciudad. Se construyó en el siglo XII y en aquella época era el único puente por el que podía cruzarse el Ródano en su tramo sur.
Pero uno de los atractivos de la ciudad en verano es, sin duda, el Festival de Avignon, que este año va a celebrar su 67ª edición del 5 al 26 de julio. Las artes escénicas contemporáneas tienen aquí su cita estelar: teatro, danza y música para disfrutar de lo lindo.