Pasar las vacaciones en familia es algo realmente gratificante, muy bonito y especial, pero también puede ser… ¿un tanto caótico? Lo que les gusta a unos no les apetece a otros. Los niños quieren jugar, los adolescentes necesitan relacionarse con otros chicos y hacer cosas propias de su edad, y los mayores prefieren paz y tranquilidad.
La clave está en buscar un destino (o una forma de viajar) capaz de satisfacer a todos. Si crees que eso no existe, presta atención. Te explicamos las ventajas de hacer un crucero con tu familia: sin duda, unas vacaciones como siempre habías soñado, a gusto de todos. ¿Te apetece rememorar los tiempos de “Vacaciones en el mar”?
Imposible aburrirse
Aunque te parezca mentira, sí existe un lugar para pasar las vacaciones en el que todos los miembros de tu familia estarán contentos. Sí, un crucero. Una forma diferente de viajar, en la que el viaje es el propio destino. En cuanto empieces a investigar un poco sobre cómo es pasar las vacaciones en un barco, te vas a dar cuenta de las muchas ventajas que tiene. Para empezar, un crucero es una aventura nueva y sorprendente para toda la familia. Los niños estarán encantados, pues la mayoría de las compañías de cruceros ofrecen programas específicos para los más pequeños, los jóvenes tendrán fiestas a tutiplén, y los mayores, descanso.
Eso sí, conviene que tengas en cuenta ciertas cosas a la hora de elegir compañía y crucero (recorrido, camarotes, etc.). En Vuela Viajes tratamos el tema hace un tiempo y repasamos algunos consejos para viajar en un crucero.
Puedes elegir el Mediterráneo o el Caribe. El barco establece un interesante programa de excursiones para permitir a los viajeros que conozcan cada punto del recorrido. Además, los ratos que pases en el barco serán muy entretenidos, ya que se ofrecen actividades lúdicas continuas: parque acuático, rocódromo, comedias y musicales, espectáculos y música en directo.