El jet lag es un mal muy común que afecta a millones de viajeros en todo el mundo y que se da cuando se hace un viaje muy largo mediante el cual llegas a un país que tiene un huso horario muy diferente al tuyo. Eso provoca que cuando para tu cuerpo, por ejemplo, ya es de noche, en el país en el que te encuentras es por la mañana del día siguiente o el mediodía de ese mismo día.
Los síntomas del jet lag no siempre se presentan al mismo tiempo ni todo el mundo los padece, pero los más comunes son cansancio, confusión, irritabilidad y en algunos casos pérdida de memoria. Para poder superar o evitar el jet lag hay unas cuantas cosas que puedes hacer, toma nota:
– Intenta adaptarte cuanto antes al horario que tendrás en destino, incluso un par de días antes de viajar. Pon el reloj en esa hora y, en la medida de lo posible, vive desde dos días antes del viaje en función de eso para no “perder el tiempo” cuando estás de vacaciones.
– Es muy importante que duermas solo por la noche, ya sea en el avión o en destino. Si llegas y es por la tarde aunque para tu cuerpo es por la noche no te acuestes hasta que sea la hora de hacerlo ya que sino irás arrastrando el horario y no te adaptarás al nuevo.
– Procura hidratarte a menudo, tanto durante el viaje como en destino. Bebe mucha agua durante todo el día ya que eso, aunque parezca imposible, te ayuda a combatir los efectos del jet lag.
– Adáptate a la vida en destino cuanto antes, lo mejor es en cuanto te bajas del avión, así que si cuando llegas es la hora local para comer ya lo sabes, come algo aunque no tengas mucha hambre. Puede parecer una tontería pero el jet lag puede afectar muchísimo a tu cuerpo y puede llegar a estropearte las vacaciones.