Si vas a viajar a Nápoles seguro que una de las cosas que entran en tus planes es comerte al menos una pizza al día, algo que prácticamente hace todo aquel viaja a cualquier lugar de Italia ya que es el principal plato en muchas partes del país, seguido de la pasta claro. En Nápoles es su plato principal, algo que ya comprobó Julia Roberts en su última peli (Come reza ama, donde se puso morada de pizza… ¡qué envidia!).
La pizza napolitana tiene su origen en la focaccia y para hacerla utilizaban únicamente albahaca, salsa de tomate y mozzarella. Los nativos tienen muy claro que la auténtica pizza hay que hacerla en horno de leña y que sólo hay dos tipos de este, para muchos, exquisito manjar: la pizza Marinara (con aceite de oliva, tomate, ajo y orégano. Es la más popular de la ciudad) y la pizza Margherita, que lleva tomate rallado, mozzarella, albahaca y aceite de oliva, consiguiendo así los colores de la bandera italiana… qué cosas!
Pero no todo va a ser pizza en Nápoles, como no podía ser de otra manera, la pasta también triunfa. La más típica son los spaguetti, de hecho, seguro que más de una vez te has comido “spaguetti a la napolitana”, que vienen acompañados de almejas. Otros platos estrellas hechos con pasta napolitana son el ragú napoletano, totiglioni o rigatoni.
Si estás a media tarde y lo que te apetece es un dulce, la sfogliatella es el más popular de la ciudad y está hecho a base de varias capas de hojaldre y almendras y que a primera vista da la impresión de que son castañas asadas. Para beber, lo más popular es el café y los napolitanos toman a todas hroas “la tazzulella ‘e café” que se hace con una máquina especial. Si te apetece tomarte un licorcito, pide un limoncello, hecho a base de limones y que es el más típico de Nápoles. Si eres más de una copita de vino, los más famosos son el Gragnano, el Campi Flegrei y el Lacryma Christi.