El reloj del cuerpo está programado para los ciclos regulares de luz y oscuridad. Este te permite saber cuándo es hora de comer, de dormir, de despertarse y realizar otras funciones. Al cambiar las zonas horarias, este reloj se sale de su sincronización habitual. Las condiciones del transporte aéreo también pueden contribuir al «jet lag«. Los síntomas del «jet lag» pueden variar, pero suelen incluir:
• Fatiga
• Alteraciones del sueño como insomnio, somnolencia durante el día o despertarse muy temprano
• Irritabilidad
• Dificultad para concentrarse
• Dolores de cabeza
• Malestar estomacal, diarrea o estreñimiento
Los síntomas duran sólo unos días. Debes esperar alrededor de un día para recuperarte por cada zona horaria cruzada. Por ejemplo, si se cruzaron seis zonas de tiempo puede que necesites casi 6 días para habituarte a los nuevos horarios. Puedes no ser capaz de evitar completamente el «jet lag», pero intenta tomar algunas medidas para ayudar a reducir los síntomas:
• Inicia el ajuste de tu ciclo sueño-vigilia antes del viaje. Cambia tus horarios unos días antes.
• Descansa lo suficiente antes del vuelo. Si comienzas el viaje cansado te costará mucho más recuperarte.
• Bebe muchos líquidos durante el vuelo. Te ayudará a mantenerte hidratado.
• Evita el alcohol y la cafeína. Tanto el alcohol como la cafeína pueden hacer que te deshidrates. Además, el alcohol puede producir somnolencia.
• En el avión, restablece tu reloj a la zona horaria de tu destino. Actúa en consecuencia: si es de noche trata de dormir.