El arte y la arquitectura es una de las opciones para viajar por Europa. Es un continente en el que, además, prolifera el arte religioso a través de numerosas iglesias, ermitas, basílicas y catedrales. En estas dos últimas, nos vamos a detener hoy para poner el foco en alguna de la que, quizá no son las primeras que nos vienen a la cabeza, pero que bien merece la pena visitar. Las propuestas, como siempre son muchas, pero aquí van algunas de ellas.
Francia
En Francia, la parada la hacemos en la Catedral de Chartres. Es una de las más importantes de estilo gótico. Dedicada a la devolución de la Virgen María, destaca por sus portales, así como por las vidrieras, adornos y estatuas talladas.
Merece la pena fijarse bien en la fachada occidental, que está contenida entre dos torres como es el típico del gótico francés en el que se puede ver un cierto punto de extravagancia.
Igualmente es clave mirar bien el Portail Royal con las tres entradas situadas entre relieves, esculturas y columnas estatuarias. En su iconografía se representan los ciclos de las estaciones, las constelaciones y un extraño bestiario.
Otro de los elementos destacados es el laberinto de Chartres. Localizado en el suelo de la nave principal, representa un camino de santificación que los viajeros deben recorrer para discriminar entre el mal y el bien.
Viena
El siguiente punto para visitar es la Catedral de San Esteban. Situada en el corazón de Viena, es más que una arquitectura religiosa. Tras sobrevivir a muchas guerras, es todo un símbolo de la libertad. De hecho, la actual está sobre las ruinas de las dos iglesias anteriores.
Comenzada por Rodolfo IV, duque de Austria, en el siglo XIV, destaca especialmente por el Tejado de los Azulejos, que está formado por más de 250.000 azulejos, con diseño de diamantes, que se restauraron tras quedar dañados durante la II Guerra Mundial.
También hay que fijarse en la parte derecha de la catedral en la que está la Puerta de los Cantores, que no podían utilizar las mujeres. En el interior del templo, están los restos de gran parte de la familia Habsburgo. Además, como curiosidad, fue el lugar de boda y funeral de Mozart.
República Checa
La Catedral de San Vito en Praga es otra de las joyas arquitectónicas dentro de las catedrales de estilo gótico. Situada en los terrenos del Castillo de Praga, se eleva sobre la Ciudad Pequeña de Praga. Esta catedral, uno de los monumentos más destacados del país, alberga al obispo de la diócesis de Praga desde el siglo X. Además, es el lugar en el que se ha coronado a varios monarcas y reinas checos.
Italia
La Basílica de San Francisco de Asís es la siguiente parada. Convertida en un lugar de peregrinaje para los católicos de todo el mundo, cuenta con una arquitectura en la que se mezclan características góticas y románicas.
Su edificación es como iglesia doble, con edificios y funciones distintas. La parte superior tiene un estilo más gótico y estaba destinada a eventos y predicaciones, mientras que la inferior albergaba la cripta de San Francisco y su función era la reflexión y devoción.
En cuanto a los elementos artísticos, se pueden observar características asociadas con las tradiciones románicas de Umbría, como la fachada a dos aguas y las robustas torres cuadrangulares. También hay partes inspiradas en el estilo gótico más contemporáneo. Arcos apuntados en la nave, contrafuertes y bóvedas de crucería son otros componentes en los que poner el foco al visitarla.
Portugal
Y, en Lisboa, se encuentra el Mosteiro dos Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es un monasterio del siglo XVI en el que merece la pena fijarse en las fachadas, iglesia-salón en el interior, y los claustros. También destaca la bóveda del crucero, que tiene la particularidad de no estar sostenida por ninguna columna.
Además, no hay que perderse las capillas laterales en las que están enterrados reyes, príncipes e infantes descendientes de Manuel I. En la capilla mayor, están los sepulcros del rey Manuel I, su hijo Juan III y sus esposas. Otro elemento para observar bien es el sagrario de plaza maciza del siglo XVII.