Si hay algo en España, son castillos. Conforman una buena forma de recorrer el país y conocer el arte, cultura y patrimonio. Están situados en localidades pequeñas, algunas recónditas, en capitales de provincia o en los principales puntos de interés. Las opciones son múltiples, pero aquí van algunas de ellas.
Los castillos
La primera parada es en el Castillo de Belmonte en Cuenca. Aquí residió Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia y mujer de Napoleón III, además de ser escenario de numerosas películas como El Cid de Charlton Heston y Sofía Loren.
Este castillo fue encargado por el entonces Marqués de Villena, Don Juan Pacheco, con el fin de utilizarlo como una vivienda propia en esta ciudad en la que nació. Al estar delante, hay que fijarse en su arquitectura en la que se observa el estilo gótico-mudéjar.
Obra de Hanequín de Bruselas, se constituyó sobre el monte de San Cristóbal con una planta única. Destaca el patio de armas, que es un triángulo equilátero y, a partir de él, se desarrolla el resto del edificio. También es llamativa la forma del castillo con una estrella de 6 puntos con una torre cilíndrica en cada una de ellas.
Otro de los lugares que hay que visitar es el Castillo de Peñíscola. Este es uno de los más conocidos y populares. Y razones no faltan para ello. Fue construido por los templarios sobre los restos de la antigua alcazaba árabe. En su edificación, merece la pena fijarse en los muros de piedra labrada. Además, resaltan las dependencias, que se cubren con bóvedas de cañón.
Pero aparte de por su construcción sobria y sólida, este castillo es importante por haberse convertido en el palacio y biblioteca pontificia con Papa Luna y a raíz de su traslado a Peñíscola en 1411.
La siguiente parada nos lleva hasta el castillo de Bellver que ha tenido diversos usos a lo largo de la historia. El rey Jaime II lo construyó como residencia real en estilo gótico. Posteriormente, en el siglo XIX, lo convirtió en fábrica de monedas.
De este castillo, conviene fijarse en su estructura circular, al igual que en los tres torreones y la torre del homenaje que está dividida en cuatro plantas. No hay que perderse tampoco el interior del castillo en el que hay un patio de armas de dos pisos que es circular y un patio construido sobre un aljibe. También se recomienda ver la capilla situada en la segunda planta.
La ruta por España sigue con el Alcázar de Segovia, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este castillo-palacio es uno de los más reconocidos de España y también de Europa. Es un estandarte de austeridad que sorprende a su vez por su enclave sobre la roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores.
Entre los principales puntos que hay que visitar en este castillo, destacan el Salón de Ajimeces con la colección de obras de arte, el Salón de los Reyes y el Salón del Trono. También se debe fijar la vista a curiosear el exterior y contemplar su espectacular perfil desde el borre del Eresma.
Y no podemos cerrar este recorrido sin visitar la Alhambra de Granada, que es realmente espectacular. Este conjunto histórico de castillo y palacio fue concebido entre los siglos IX-XII como una zona militar. Hasta 1492 sirvió de corte cristiana tras la reconquista de Granada por parte de los Reyes Católicos. Entre los puntos de interés están la Alcazaba, los Palacios Reales y los jardines del Generalife, así como el coqueto Cuarto Dorado, la majestuosa Sal de Comares, el palacio renacentista de Carlos V y el célebre Patio de los Leones.