Bratislava, un destino oculto que no te puedes perder

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Últimamente, ya es más habitual encontrar rutas y circuitos por Eslovaquia para recorrer sus principales puntos turísticos como la ciudad de Bratislava. Sin embargo, todavía es un destino que no atrae a muchas personas porque es un tanto desconocido. Y es que es habitual que se incluya en el paquete de visita de Praga, Viena y Budapest, aunque bien merece dedicarle tiempo a este país y, sobre todo, a su capital, que tiene una gran belleza. Y, ¿qué se puede ver en Bratislava? La verdad es que hay muchos puntos de interés.

Una belleza oculta

Bratislava es una capital de gran belleza. Para muchos es una joya desconocida a orillas del río Danubio, puesto que tienden a visitarse antes otras capitales europeas más famosas próximas a esta ciudad o bien simplemente a pasar un día en ella dentro de los circuitos turísticos, aunque son necesarios tres días como mínimo.

Bratislava pertenece a Eslovaquia, país que forma parte de la Unión Europea, lo que facilita su visita para los españoles y otros europeos. Definir esta ciudad no es fácil porque, aunque mantiene su belleza de antaño, se ha modernizado mucho y mejorado las infraestructuras para atraer más turistas.

Monumentos

Dentro de lo que se puede ver en Bratislava, están sus monumentos. No hay que perderse un buen paseo por su casco urbano y el casco antiguo, que es uno de sus principales atractivos.

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Además de ese recorrido generalizado, bien merece una visita la Puerta de San Miguel, que es el acceso a ese casco antiguo, aparte de ser la única entrada conservada de la antigua fortificación del medievo, en concreto, del siglo XIV. Es recomendable visitar su torre en la que hay un museo pero, sobre todo, por las vistas que pueden verse desde ella y las orillas del Danubio.

Al lado, tampoco hay que perderse el arco de entrada a la ciudad vieja, que es un entorno muy entrañable, ya que suele haber muchos músicos callejeros. En esta zona, está además lo que se considera como el kilómetro cero de Eslovaquia, que está marcado con un grabado en el suelo. Es muy curioso ver cómo se indican los kilómetros de distancia existentes entre las principales capitales del mundo.

Y, si se visita por la noche, se observará que hay un láser verde que parte de la torre y marca el recorrido principal del interior del recinto amurallado de la capital. También merece la pena verlo.

El recorrido por Bratislava también nos tiene que llevar a uno de sus principales ejes. Es el conocido como Vertúska Michalska, que comienza una vez se ha atravesado la Puerta de San Miguel y desde el que se accede a calles con negocios turísticos, pero que también permiten ver cómo era antes su casco antiguo.

No se puede dejar Bratislava sin ver otros monumentos como la Catedral de San Martín, que es de estilo gótico. De ella, destaca el tejado, que es de color verdoso y que está decorado con motivos dorados en homenaje a las antiguas coronaciones.

La visita turística nos lleva también al antiguo ayuntamiento, aunque en realidad es un conjunto de edificios de diversos estilos en los que se observan las piezas de cerámica de colores.

Famosas son las estatuas de bronce a tamaño real de Bratislava que están por el centro de la ciuedad, así como las galerías y pasadizos que atraviesan edificios antiguos, conectan calles o dan acceso a rincones apartados que tienen un gran encanto.

El castillo del siglo X es otra de las visitas obligadas en Bratislava, llamando la atención por su color blanco con tejados rojos, así como el Puente UFO o Puente de la Insurrección Nacional Eslovaca, que está sobre el río Danubio y que es significativo por su ingeniería al emplearse un pilón para sujetar los cables tensores que sustentan la plataforma de acero.

El Palacio Grassalkovich, del siglo XVIII, es otra de las visitas obligadas, al igual que las orillas del río Danubio por el que se puede hacer un paseo fluvial para conocer todos los puentes.

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