Nueva Zelanda es conocida por su turismo aventurero y divertido. El montañismo es muy importante en toda la zona. Se puede disfrutar de un hermoso clima, ver impresionantes olas y sumergirse en experiencias emocionantes, como puenting, esquí, kayak, etc. Rotorua es una ciudad de Nueva Zelanda, que tiene campos muy animados por su actividad geotérmica.
Puedes organizar una excursión para experimentar la rica tradición maorí. Disfruta de la fiesta Hangi y otras costumbres. También podrás escuchar algunos términos maoríes y frases mezcladas con el idioma inglés, que seguro te sorprenden. Otro lugar del que no debes olvidarte es la Isla Blanca. Los visitantes no pueden aterrizar allí sin permiso, solo unos pocos operadores turísticos están autorizados a acceder. Por lo tanto, es importante que reserves tu viaje a través de ellos.
Los respiraderos de vapor rugientes, las camas enormes de azufre amarillo y blanco, pozos de lodo burbujeante, y el impresionante lago ácido humeante ofrecen algunas grandes oportunidades fotográficas. Y eso no es todo, el viaje de vuelta permite conocer a los adorables delfines de la zona. También se pueden ver otras especies marinas como por ejemplo las ballenas. Si no has tenido suficiente con la vida marina, lo siguiente son los pingüinos más raros que te puedas imaginar.
Nueva Zelanda cuenta con tres especies de pingüinos: los pequeños pingüinos azules (los más pequeños del mundo) aka Korora, los pingüinos de ojos amarillos Hoiho, y los pingüinos de penacho. Hay un montón de lugares a lo largo de la extensa costa de Nueva Zelanda, que sirven como refugio para muchas de estas reservas marinas y mamíferos.