Curazao se encuentra en los márgenes del llamado cinturón de los huracanes, 35 millas al norte de Venezuela y 42 millas al este de Aruba. Es la mayor de las islas de las Antillas Neerlandesas (aproximadamente 171 millas cuadradas). Curazao se caracteriza por su mezcla de influencias: europeas, africanas, e incluso latinoamericanas.
Vientos suaves ayudan a mantener siempre el calor y las temperaturas son por lo general bastante altas. Allí se podrán practicar, sobre todo, deportes acuáticos, incluyendo las visitas a los arrecifes donde se practica el buceo y son una parada obligatoria para los aficionados de todo el mundo. En total podrás encontrar 38 playas con largos tramos de arena sedosa, la mayoría formadas por pequeñas calas aptas para las mejores fotografías que te puedas imaginar.
La gran ciudad de Willemstad es la capital de la isla. Su centro histórico y el puerto natural (Schottegat) muestran un entorno único que le ha hecho ser incluido en la Lista del Patrimonio Mundial. Disfrutaras de sus filas de casas pintadas que permiten imaginar que estás mirando a través de un caleidoscopio por lo animado del entorno.
Hoy en día, la población de Curazao está formada por un total de casi 60 nacionalidades que hablan un sinfín de lenguas. Aunque el holandés es el idioma oficial, el papiamento es la lengua vernácula de todas las Antillas Neerlandesas y la opción preferida para la comunicación entre los vecinos. El inglés y el español también se hablan mucho. La isla, al igual que sus colonos holandeses, es conocida por su tolerancia religiosa, y los turistas son siempre bienvenidos.