Si, como ya os contábamos en este blog hace tiempo, las playas de Cerdeña son uno de los tesoros que esconde esta maravillosa isla italiana, lo mismo puede decirse de muchas de sus ciudades, que exhiben una belleza increíble. Un claro ejemplo es Alghero que, con el encanto de su casco antiguo y de sus monumentos, se dibuja como un destino muy especial que descubrir.
Está en la provincia de Sassari, en el noroeste de la isla, y es conocida por las barreras de coral que la rodean, lo que se conoce con el nombre de Riviera del Coral. Pero, además, cuenta con uno de los cascos antiguos más bellos de Italia. Pasear por sus callejuelas, descubriendo cada rincón es, sin duda, todo un placer, así como contemplar las vistas del Mediterráneo desde sus muelles, rodeados por murallas o “bastioni”.
Qué hay que ver
La presencia de los catalanes durante el siglo XIV ha dejado en la ciudad una impronta que se mantiene hasta nuestros días y que se refleja, por ejemplo, en los elegantes arcos de estilo español que atraviesan las calles de Alghero. Merece la pena pasear tranquilamente por la maraña de callejuelas de su casco medieval, en torno a la famosa Via Carlo Alberto, centro neurálgico de la ciudad, una calle repleta de tiendas, bares y restaurantes.
Iglesias y música: dos por uno
Entre los monumentos que no podéis dejar de visitar está la iglesia de San Michele, de estilo barroco, cuya torre define profundamente el “skyline” de Alghero. Otro edificio inconfundible de la ciudad es la iglesia de San Francesco, en la que se mezclan los estilos románico, gótico y renacentista. Durante los meses de verano se celebran conciertos musicales en su maravilloso claustro del siglo XIII.
Para terminar, una visita a Alghero no puede prescindir de la Cattedrale. Data del siglo XVI, excepto la cúpula que se añadió en el siglo XVIII, y su interior es una mezcla de estilos arquitectónicos.