Situado en la costa oeste de África, Senegal es un país perfecto para hacerse una idea de cómo es un país africano en vías de desarrollo. Su capital, Dakar, concentra el mayor número de habitantes y da cabida a todas las instituciones financieras y políticas del país.

Seguramente el nombre de Dakar os sonará por la famosa carrera que le une con París. En la actualidad, los conflictos bélicos y guerrillas que afectan a países por los que transcurre este evento, han hecho que se modifique la ruta de este rallye, tráslandándose desde 2009 a América del Sur, concretamente a Argentina y Chile.

Este hecho ha afectado negativamente a los habitantes de Dakar, tanto económicamente como en imagen, ya que Senegal es un país democrático y estable desde un punto de vista social.

¿Qué visitar en Dakar?

Las vistas desde la Cornise nos descubren el océano atlántico desde la parte más septentrional de la ciudad. Un acantilado natural al que la falta de infraestructuras para la eliminación de residuos de la construcción han ido dando forma a esta costa. Unas vistas que podrían ser todavía más maravillosas de no ser por esa práctica tan poco saludable para el medio ambiente.

La isla de Goree, situada a escasas millas de la costa, fue el lugar de concentración de los esclavos africanos antes de ser trasladados a América. En esta isla encontraremos desde casas coloniales hasta antiguos palacios en ruinas. Además, podemos visitar la Maison des Esclaves, lugar que servía de “cárcel” para los esclavos. Hay guías que se ofrecen para mostrarnos la isla. Los podemos encontrar en el embarcadero del ferry que nos lleva a la misma. El trato hacia el turista es correcto, no obstante, deberemos pagar por todos los servicios disfrutados en la isla. Por ejemplo, pagar al guía, pagar al alcalde de la isla para poder visitarla, pagar la entrada a la Maison des Esclaves, la comida… En esta isla también podrás quedar impresionado con los artesanos que trabajan con las diferentes arenas de la costa africana. Con ellas son capaces de realizar cuadros aprovechando sus diferentes tonalidades.
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