Cada una de las 22 reservas de indios americanos de Arizona opera bajo su propia estructura de gobierno único. Cada una de ellas establece sus propias reglas para los visitantes, que no deben pensar que todas son iguales y pueden hacer lo que quieran en cada una de ellas. Existen, eso sí, una serie de directrices básicas que se deben seguir. Toma nota:
– Tomar fotos, hacer vídeo y grabaciones de audio, así como dibujos, es un tema particularmente sensible. Se pueden requerir determinados permisos y puede que se tengan que pagar algunas tasas. Las restricciones varían, en particular para los profesionales. Por lo tanto, es importante ponerse en contacto antes con cada tribu para conocer sus políticas. No trates de realizar cualquiera de las actividades antes mencionadas, sin autorización previa.
– Hay que prestar especial atención a las ceremonias sagradas. Obsérvalas como cualquier otro ritual religioso al que estés acostumbrado y recuerda que debes ir vestido apropiadamente. Ten en cuenta dónde vas a sentarte, dónde debes parar o si deberás caminar.
– Nunca se deben recoger los objetos que se caigan durante la ceremonia.
– Abstenerse de hablar con los implicados en la ceremonia.
– Los aplausos después de los rituales pueden considerarse inadecuados.
– Algunos de los edificios y las estructuras tribales pueden tener varios cientos de años y se dañan con facilidad, por lo que no hay que subir por las estructuras.
– No se debe tocar ni a los animales ni los objetos que se encuentren en la zona.
– Ten cuidado al conducir, especialmente durante la noche. Gran parte de la tierra de las reservas están en campo abierto, y pequeños rebaños de ovejas, cabras, vacas y caballos se mueven libremente a lo largo de las carreteras.
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