Si viajas a Londres es fundamental saber cómo desplazarte para poder llegar más rápido de un punto a otro de la ciudad. Dentro de todas las posibilidades que te ofrece el transporte público, uno de los más utilizados por todos es el metro, ya que es el medio más rápido y cómodo, abundan las paradas y ofrece un servicio excelente.
Como dato de curiosidad decirte que es el más antiguo de todo el mundo, y uno de los más grandes: 275 estaciones y ramificaciones que recorren toda la ciudad. Está operativo todos los días de 5:30 de la mañana a 00:30 de la noche, a excepción de los domingos que tiene un horario algo más reducido, de 7:30 a 23:30.
Es un transporte completamente seguro y su funcionamiento es similar al de cualquier otro metro que haya en el mundo, por lo que no te resultará complejo entenderlo si ya has montado en metro alguna vez. Únicamente debes fijarte con atención en las señales de los andenes en función de los destinos, ya que en algunos casos hay ramificaciones o desvíos y las paradas finales de un tren no tienen por qué ser la última de la línea.
Consta de 12 líneas, cada una de un color diferente, y que se distinguen en función de la dirección: Northbound, Eastbound, Westbound or Southbound. Al igual que en cualquier metro de una ciudad importante, es conveniente evitar las horas punta en la que los londinenses entran o salen del trabajo. Y no te olvides de respetar la norma de colocarte a la derecha para no obstruir el paso en pasillos y escaleras.