Dinamarca me parece un país súper interesante, quizás no tiene la fama de otros países europeos como Francia, Inglaterra, Italia o Alemania, pero lo cierto es que tiene ciudades encantadoras en las que puedes encontrar muchísimas cosas de gran interés. Un familiar hizo hace poco un viaje a ese país y vino encantado con lo que descubrió, así que he decidido escribir sobre ello para ver si a alguien le sirven de utilidad sus recomendaciones.
En concreto voy a escribir sobre Odense, la tercera ciudad más grande del país y solo superada por Copenhague y Aarhus. Su nombre se debe al dios Odin, un dios de la mitología danesa. De allí fueron personajes ilustres como el escritor Hans Christian Andersen. En el año 1020 era la sede episcopal del país y en 1086 sufrió uno de los sucesos más trágicos de la historia del país ya que allí fue asesinado en rey Canuto IV después de que los habitantes de la ciudad se sublevaran al no querer pagar los impuestos de la Iglesia.
Ese hecho convirtió también a Odense en un lugar al que comenzó a llegar mucho visitante, siendo además una de las ciudades más antiguas del país ya que en 1.988 celebró sus 1.000 años de antigüedad. Odense está en el noroeste de la isla de Fyn y a orillas del río del mismo nombre. Su parte antigua es espectacular, haciendo un contraste precioso con los barrios modernos que la rodean. 3 de los monumentos que más destacan de la ciudad son religiosos: la Catedral de San Canuto, la Iglesia de Nuestra Señora y la Iglesia de San Juan.
Precioso también el Castillo de Odense, que se construyó en el año 1720 y que junto con varios museos albergan lo más importante de la historia de esta ciudad, siendo además los lugares con mayor interés cultural. Destaca la Casa de Hans Christian Andersen, convertida en museo después de su muerte y en la que se pueden ver muchos objetos personales del escritor, además de varios manuscritos e ilustraciones de muchas de sus obras.