Ya os he contado en alguna que otra ocasión que me encantan los castillos, y es que creo que en vidas pasadas seguro que me tocó vivir en la época medieval y que tuve relación con ellos ya que de lo contrario no entendería tal pasión. Buscando buscando he llegado a un castillo de Alemania que me parece espectacular, el castillo de Heidelberg, que está en la ciudad del mismo nombre y que es el símbolo del romanticismo alemán de la época y una de las visitas obligadas si vas a estar en la ciudad o alrededores.
Más de 20 museos y un castillo muy inspirador
En Heidleberg hay un gran movimiento cultural gracias a sus más de 20 museos y exposiciones al aire libre que puedes disfrutar prácticamente todos los días del año, como el Museo Universitario o el Museo Vinícola, aunque si lo que quieres es descubrir algunas de las mejores obras de arte del mundo debes pasarte por el Dreisparten-Theater. Pero dejemos lo de la cultura en Heidelberg para otra ocasión ya que hoy me gustaría centrarme en su imponente castillo.
En el Castillo de Heidelberg se han inspirado numerosos artistas la pintura o la poesía para darle vida a gran parte de sus obras. Está ubicado en el monte Königsstugh y es uno de los castillos más famosos de Alemania a pesar de que una parte está en ruinas, algo que quizás se lo que le otorga más belleza. Los franceses lo destruyeron en el siglo XVII y desde entonces se reconstruyó únicamente una parte, quedando muy bonito al estar la mitad derruido.
Con unos jardines espectaculares, este castillo tiene muchísima vida durante todo el año gracias a la gran diversidad de festivales culturales que se celebran en sus instalaciones y que pueden ir desde una exposición de arte hasta un concierto o varios talleres creativos. Desde allí puedes gozar de las mejores vistas de la ciudad y que engloban, entre otras, el centro histórico y el río Neckar, uno de los más bonitos de Alemania.