Una de las ciudades más visitadas en todo el mundo es París, a la cual llegan turistas de cualquier rincón para poder descubrir todos los encantos de la llamada “Ciudad de la luz”. Aquí te puedes encontrar con muchísimas atracciones, monumentos y lugares de interés, así como un montón de espacios naturales que son una maravilla.
Uno de ellos es el Jardín de Luxemburgo, el segundo más grande de la ciudad gracias a sus más de 22 hectáreas y que está en el distrito 6, donde está también el Palacio de Luxemburgo. Con un césped que parece una alfombra gigantesca, está repleto de estatuas de mujeres que fueron reinas de Francia como Juana III de Navarra, Ana de Austria, Blanca de Castilla o Anne de Francia, además de varios santos y de varias obras antiguas en general.
Destacar también la Fontaine Médicis, que es una fuente que se construyó en el año 1630 pero que fue medio destruida y abandonada hasta que Napoleón Bonaparte mandó restaurarla en el año 1811, quedando entonces tal y como está ahora. Un jardín inmenso en el que pasar unas cuantas horas de relax, hacer un picnic o disfrutar con algunas de las actividades al aire libre que se realizan casi a diario.
Es un lugar ideal para ir con niños ya que una de sus zonas está reconvertida a parque infantil y tiene atracciones como caballitos, un escenario para actuaciones de todo tipo, un restaurante y un bar, todo ello para disfrutar al aire libre tanto del buen tiempo como de las actuaciones que haya en cada momento. Un lujo poder contar con un lugar así en una ciudad tan bulliciosa como París ya que entrando en estos jardines parece que te hayas trasladado a otro mundo.