Llegan las vacaciones y todas nuestras rutinas se descontrolan: dormimos más, hacemos menos esfuerzos físicos y, sobre todo, comemos de manera muy diferente. En el período vacacional nuestra alimentación siempre sufre muchos cambios ya que está acostumbrada a unos horarios y durante un tiempo no solo comerás en otros sino que los excesos llegarán, especialmente si te vas a un resort Todo Incluido en el que hay tantas cosas que todos nos volvemos locos y nos pasamos gran parte del día comiendo de todo.
Aunque está claro que las vacaciones son para olvidarse del trabajo y de las demás rutinas, debes tener en cuenta una serie de cosas en cuanto a la alimentación para que tu cuerpo no note demasiados cambios. Toma nota de cómo alimentarte durante las vacaciones:
– No te saltes ninguna comida ni añadas más de las habituales. Intenta comer de la misma manera que el resto del año, es decir, si tus almuerzos suelen ser «cargaditos» y la cena ligera, procura que durante las vacaciones también sea así.
– No abuses de bebidas dulces ni alcohólicas. Si puedes tomarte una cada día o un día salir de copas y tomarte varias, pero tampoco te vayas de borrachera a diario.
– Procura que los horarios sean más o menos los mismos cada día para cada una de las tres comidas más importantes. Un día se puede hacer una excepción pero no tengas un horario diferente para cada cosa cada día.
– Si viajas al extranjero haz un repaso previo a su gastronomía para que no te pille de sorpresa y poder saber lo que vas a encontrarte.
– En cuanto llegues al hotel apréndete los horarios de los bares y restaurantes para no quedarte sin comer ningún día ni para tener que comer con prisa porque van a cerrar.
– No seas muy sibarita, especialmente en los hoteles. La comida en ellos es buena pero está claro que cuando llevas cinco días te parece que siempre hay lo mismo. Para que no te aburras de eso, procura comer algo diferente cada día y no hagas mezclas de diferentes cosas para no tener que repetir otros días.