Muchas veces me encuentro con gente que se ha ido de viaje al extranjero porque «quería ver lugares espectaculares». Siempre les respondo que para eso no hay que salir de nuestro país, que fuera sí hay ciudades fascinantes que todos deberíamos conocer, pero que en España hay muchísimos lugares de gran belleza y espectacularidad. Uno de ellos es el Palacio Real de Aranjuez, una auténtica maravilla arquitectónica que nada tiene que envidiar a las grandes construcciones que hay en el resto del mundo.
Está en Aranjuez, a menos de 50 kilómetros de Madrid, y resulta bastante impactante por muchos motivos. Es Patrimonio de la Humanidad desde hace 10 años, y es un palacio repleto de salones y habitaciones que se comenzó a construir a petición de Felipe II en el año 1560. Los encargados de llevar su construcción a cabo fueron los mismos que hicieron El Escorial. Fernando VI era quien reinaba cuando se terminó de construir.
En su interior, un alucinante patio interior en el que caminar y perderte durante horas admirando cada rincón, o visitar alguna de sus cuatro alas, cada cual más bonita que la otra. Tiene también un impresionante Jardín Real, grandes escaleras, una decoración muy exquisita y la Real Casa del Labrador. Entre su decoración te puedes encontrar con pinturas de Lucas Jordan o de Brughel, tapices y diversos objetos valiosísimos que corresponden a varias épocas. Un museo de antigüedades en toda regla.
Si quieres visitar el Palacio Real de Aranjuez, que sepas que tiene diferentes horarios en temporada de verano y en la de invierno. Siempre abre a las 10 de la mañana, pero entre octubre y marzo cierra a las 17:15, mientras que el resto de los meses está abierto una horita más. Solamente cierra los lunes, así que domingos o festivos es un buen día para que lo visites si vives cerca o vas a estar por la zona pasando unos días. La entrada cuesta 5€, precio que sube si quieres visitar la Real Casa del Labrador o entrar a alguna de las habitaciones especiales.