La Plaza de Cibeles es una de las visitas que figuran entre las obligatorias si vas a visitar Madrid ya que es uno de los referentes y símbolos de la ciudad, además de icono y diosa de todos los aficionados del Real Madrid, uno de los equipos de fútbol de la ciudad. Está entre el Paseo del Prado y la Calle Alcalá, en pleno centro de la ciudad y con muchos accesos a través de diferentes medios de transporte. En esta plaza no solo está la famosa fuente sino que se encuentra también el Palacio de Comunicaciones, el Palacio de Linares y el Banco de España. Una zona muy transitada y que ve circular diariamente a infinidad de coches y personas.
Está considerada una de las plazas más bonitas de la ciudad y antiguamente se le conocía como la Plaza de Madrid, hasta que el rey Carlos III hizo construir la fuente en 1777, aunque su ubicación original fue frente al Palacio de Buenavista en Recoletos, muy cerquita de donde está ahora. Por buscarle un defecto a la plaza, se puede decir que es un poco molesto el excesivo tráfico que hay en la zona, ya que a la hora de hacer una foto puedes estar bastante tiempo si quieres esperar a que se despeje de coches, algo que solo conseguirás gracias a los semáforos o a que sea un día festivo.
Cuando vayas a ver la Plaza de Cibeles puedes ir también a descubrir otros lugares de interés en Madrid que están muy cerca, como la famosísima Puerta de Alcalá o el Parque del Retiro, donde podrás pasar un montón de horas paseando por sus infinitos jardines o en una barca por el lago central. Si también tienes ocasión de pasarte de noche por la zona te lo recomiendo, ya que la plaza y la fuente se iluminan y queda muy bonito, además tienes en las cercanías también varios sitios para comer, así que ¡no tienes excusa!