La comida tailandesa ha conseguido convertirse en un tipo de cocina mundialmente conocida. Su sabor aromático y, a menudo, son testimonios deliciosos de la cultura única de Tailandia. Este tipo de comida, no tiene por qué ser siempre caliente. Muchos de sus platos más famosos, como el curry rojo y verde, son muy picantes y están especialmente pensados para los más atrevidos.
El ambiente cálido y húmedo de Tailandia, ha influido en su cocina de diferentes maneras. Históricamente, la conservación de alimentos es un problema en muchos países tropicales. Los primeros gastrónomos, pronto se dieron cuenta de que la sal conserva, y de que los cítricos y chiles eran fuertes antibacterianos. Especialmente los chiles son muy importantes para asegurarse la no intoxicación de las personas cuando van a ingerir carne de vacuno, pollo o gambas.
Las bebidas modernas como el té helado tailandés, han sido especialmente desarrolladas, en parte porque la leche condensada se podía echar a perder. Si sales a cenar por Tailandia, podrás ver claramente la influencia inequívoca de vecinos como China y la India. Además, la interacción de las diferentes religiones se manifiesta en platos como el Massaman, que tradicionalmente se prepara con pollo y no con cerdo debido a la tradición musulmana.
Esté caliente o templada, agria o dulce, la auténtica comida tailandesa (junto con la bebida) es siempre un placer para los sentidos. Hay algunas cosas básicas que necesitan ser entendidas para aumentar su disfrute. La principal es la filosofía de la cocina tailandesa. Existe una relación de los cinco sabores fundamentales derivados de la cocina china antigua: amargo, dulce, salado, agrio y picante.