Chad ha tenido una historia realmente interesante desde sus principios. Todo comenzó alrededor del gran lago Chad, aunque en la actualidad el título de “gran” lo está perdiendo debido al descenso de su tamaña. Aunque las tradiciones están muy arraigadas en las creencias de la sociedad más conservadora, las gentes de la zona tienen un gran corazón después de todo lo que han ido viviendo con el paso del tiempo. Chad se está convirtiendo en un lugar muy interesante para conocer la vida silvestre en donde disfrutar de unos grandes atractivos naturales.
Comencemos con la historia: Chad se definió por primera vez como un territorio nacional en 1910 y obtuvo su independencia de Francia en 1960. Desde entonces, ha estado sujeta a una gran inestabilidad política protagonizada por grandes tensiones, en gran parte debidas a las divisiones religiosas y culturales entre el norte musulmán, el cristiano y el sur animista. El pueblo de Chad es bastante relajado y amistoso, pero hay que respetar sus creencias y costumbres tradicionales.
N’Djamena, la capital de Chad, es una ciudad muy agradable. Aunque parte de la arquitectura está en ruinas, o al menos tiene grandes agujeros de bala, se encuentra llena de gente hospitalaria y amable. Un paseo a pie por la ciudad te puede enseñar los diferentes puntos de vista de la parte nueva y la parte vieja de la ciudad.
Si puedes realizar un paseo por la parte del Mercado Central, no te pierdas las alfombras y las joyas que podrás adquirir. Lo mejor es que ensayes tus técnicas de negociación antes de realizar cualquier compra. No te pierdas una visita al Museo Nacional, que contiene las colecciones más importantes de la cultura Sarh que data del siglo IX.