El país africano de Angola ofrece a los viajeros unas impresionantes vacaciones: línea costera con inmensas playas, un interior montañoso, profundos barrancos con grandes cascadas y, un gran número de parques nacionales y reservas donde disfrutar de la naturaleza en estado puro. Si decides pasar allí unos días, lo mejor es que disfrutes del verdadero eco-turismo. Angola ha resurgido para convertirse en un destino popular para todos los amantes de la aventura.
La falta de infraestructuras se ve superada por una gran variedad de terrenos, paisajes, la arquitectura portuguesa, su cultura tradicional, las plantaciones de café y un pueblo que es amable y hospitalario. Angola fue gobernado durante 400 años por Portugal hasta 1975. Es por esto que ambos países comparten muchos aspectos culturales, incluido el idioma y las principales raíces religiosas.
Aunque es conocida como una nación en constante agitación, Angola ha superado muchos obstáculos para ofrecer a los visitantes un acogimiento tan especial que hará que sea imposible olvidarles. La gente de la zona se ha convertido en un verdadero equipo fuerte y resistente que trabajan arduamente para preservar la belleza natural de su país. Muchos edificios, reflejan las contribuciones culturales de los portugueses.
Algunas de las iglesias más antiguas se encuentran en el extremo norte, donde los misioneros del Congo asentaron sus campamentos. Los tradicionales edificios portugueses de los que te hablamos se pueden encontrar por toda Angola y son el hogar de muchos museos, mezquitas y otros edificios importantes, que ofrecen información adicional a la historia de un país que todavía necesita ser descubierto por muchos.