San José, es el corazón de la Costa Rica moderna. Con sus cadenas de restaurantes, sus centros comerciales con aire acondicionado, los altos edificios de oficinas y sus calles atestadas, esta ciudad te proporcionará el abrazo más cálido que te puedas imaginar si decides pasar allí tus vacaciones.
Desafortunadamente, la globalización ha dejado a numerosos ciudadanos privados de sus derechos. La capital se enfrenta a varios problemas, incluidos los crecientes niveles de pobreza y la delincuencia. No es de extrañar, que San José padezca esa reputación de “peligrosa” para los viajeros extranjeros. De hecho, la mayoría de los visitantes deciden tomar su estancia como un lugar de paso hacia otras ciudades.
Por supuesto, San José es la verdadera Costa Rica, y posiblemente el lugar más auténtico de toda la zona. Su historia se remonta a unos orígenes muy humildes. En realidad empezó siendo un pueblo colonial español, así que su tradición cultural es muy rica y variada. Los edificios coloniales siguen en pie en medio de un paisaje urbano mucho más moderno. Teatros, cines, bares… se conservan en la ciudad con un toque de clásica actualidad.
Los mercados en San José también son muy coloridos, y una serie de sofisticados museos se encuentran dispersos por toda la ciudad. Al final, sin embargo, lo que hace verdaderamente de San José el núcleo central de Costa Rica es el hecho de que la ciudad es el hogar de más de un tercio de toda su población. Desde los barrios de clase alta de Escazú a los barrios de clase obrera en los bordes de la ciudad, San José es la verdad el alma del país. Aunque puede no impresionar por su encanto, lo más seguro que despertará tus sentidos.