En cualquier parte del mundo es posible encontrar un pueblo con gran belleza tanto por lo que alberga en su interior como la zona en la que nació y está enclavado. Es el caso de Kotor, en Montenegro, que puede definirse como una localidad de tipo medieval y amurallada con un casco con mucho encanto y un entorno sin igual al estar a pie de mar. ¿Qué se puede ver aquí? La verdad es que hay mucho por recorrer, pero aquí van algunos de sus principales atractivos.
Qué ver
Kotor es un municipio situado entre los acantilados de piedra caliza del monte Lovcen. Este paraje natural es uno de sus principales atractivos, junto con la muralla medieval y su casco antiguo. El centro se caracteriza por las calles sinuosas y plazas entre las que destaca la Plaza de Armas, aparte de albergar varias iglesias románicas como la catedral de Kotor.
Reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, su nacimiento se sitúa entre los siglos XII y XIV. En este período fue una localidad con flujo de comerciantes y marineros que eran los que impulsaban la actividad económica.
Un motivo por el que en el centro está el Museo Marítimo en el que se expone la historia de los marineros del lugar. Hoy en día el puerto sigue siendo otro gran atractivo, aunque en este caso resalta por ser para cruceros que llegan hasta prácticamente la puerta de la muralla.
Precisamente, la muralla con sus tres puertas, una en el centro y dos en los extremos, es lo primero que se ve al llegar. Conserva casi todos los elementos medievales, con fosos, torres, bastiones, cisternas, castillos y puentes levadizos, entre otros. En este entorno, se engloba a su vez la Fortaleza de St. Jovan.
Ya en el interior, merece la pena ver la Plaza de Armas con el Palacio Ducal y el Arsenal, así como la Catedral de Sveti Tripun. Kotor cuenta con varias iglesias como las de San Nicolás, San Lucas, Santa Ana o la de Santa María, entre otros atractivos.