Las vacaciones, solos o acompañados, deben ser divertidas. Dejarse llevar y tener la agenda libre puede ser un buen plan para uno o dos días, pero para sacarle el mayor provecho al tiempo libre, planificar es clave. Aquí algunas ideas para pasarla genial más allá de los tours y las excursiones.
¿A quién le apetece un “amor de verano”?
Muchos aprovechan las vacaciones para tener una relación esporádica con otra persona. Las aplicaciones y páginas de citas pueden ser un gran aliado a la hora de pasar el tiempo de vacaciones con alguien más.
Si no sabes por dónde empezar a buscar, puedes comparar las mejores páginas de citas para saber cuál se ajusta mejor a tus necesidades y al tipo de relación que estás buscando. Eso sí, cuidado, porque cuando uno está de paseo en un lugar nuevo es mucho más fácil enamorarse.
Ya sea que estés de visita en una gran ciudad, en la playa o en un pequeño pueblo, puedes encontrar a alguien que esté dispuesto a pasar el rato contigo. La mayoría de estas apps funcionan por geolocalización, es decir, buscan a los candidatos y candidatas en un área cercana al hotel donde estés parando.
Locos por las compras
Cuando el pronóstico del tiempo vaticina días lluviosos es clave tener siempre en mente hacer una visita al centro comercial local. Los hoteles suelen recomendar los mejores lugares para hacer compras a niveles internacionales y a veces ofrecen también el transfer.
Si estás visitando una gran ciudad, es probable que encuentres hasta tu marca favorita y ya sepas tu talla. Es bueno aprovechar las vacaciones para renovar el guardarropas y dedicarle un tiempo a probar, medir y observar la ropa que compras. Además es un excelente momento para comprar aquella prenda que te has olvidado y que vienes echando en falta desde que comenzó el viaje.
En el caso de que las marcas internacionales te aburran, puedes visitar el mercadillo local, ir a comprar artesanías o incluso visitar un supermercado ¡suelen tener productos diferentes a los que encuentras en casa!
Una noche de suerte
Buena coctelería, diversión y espectáculos. Los casinos tienen todo para pasar un buen rato en tus vacaciones. Si estás de visita en un lugar turístico, es probable que las salas de juego locales tengan montado un buen show para divertirte.
En muchos países las regulaciones obligan a los casinos a tener un restaurante de al menos cuatro tenedores como servicio. Por lo tanto, si no te convence la gastronomía del hotel, siempre puedes visitar el casino como segunda opción. ¿Y si además de comer bien tienes una súper noche de suerte?