Es habitual que en cada país se haga siempre un recorrido por sus principales ciudades o localidades más importantes y con más historia. Sin embargo, hay destinos que son mucho más que eso. Y uno de ellos es Irlanda del Norte. Una tierra llena de atractivos y de muchas leyendas que tienen lugar en enclaves realmente bellos. Es el caso de la Calzada de los Gigantes, conocida también como la puerta más antigua al pasado de Tierra, que es Patrimonio Mundial de la UNESCO por sus enigmáticos pilares de piedra llenos de historia y mitología.
El destino
La Calzada de los Gigantes está situada en la ruta de La Calzada. Este enclave se formó hace más de 60 millones de años y es fruto de la lava de enfriamiento lento que cristalizó en 40.000 columnas hexagonales entrelazadas.
Esta sería la explicación más lógica de este impresionante paraje. Sin embargo, no podía faltar la leyenda como es habitual en Irlanda. En este caso, se alude a la leyenda de dos gigantes. Se trata de Benandonner de Escocia y Finn McCool de Irlanda. Ambos se detestaban y Finn empezó a construir una calzada para llegar a Escocia porque estaba cansado de los insultos de Benandonneer, quien después la destruyó, lo que dio paso a la Calzada del Gigante.
Es una zona que no siempre es transitable y visitable. Pese a ello, hay recorridos -incluso virtuales-, que permiten aproximarse a este enclave, que cuenta con diferentes rutas. La salida parte del Puerto de los Gigantes, de Port Noffer, para ver el Telar del Gigante y la bahía que está al pie de las laderas verdes escarpadas y que son típicas de la Costa de la Calzada.
Y tampoco hay que perderse otros puntos de interés como las ruinas del castillo de Dunluce, la playa de Whiterocks que tiene arena de color crema claro, y el puente de cuerda de Carrick-a-Rede con sus increíbles vistas, entre otros enclaves.
En el recorrido se pueden ver las aves y flores silvestres rosadas y blancas, sobre todo, en primavera. Las vistas también son impresionantes al atardecer porque las columnas se ven con el reflejo anaranjado. De hecho, el espectáculo de la luz a lo largo del día es magnífico porque se notan las oscilaciones desde los tonos de verdes y grises profundos a los marrones rojizos.