Mónaco es muy conocido por su realeza y por datos tan curiosos como el hecho de ser el segundo estado más pequeño de todo el mundo. Un reducido tamaño que no es impedimento para que haya mucho que ver, hacer y disfrutar en un entorno que combina el encanto de los Alpes y el color azul del mar Mediterráneo. Un lugar que, además, destaca por su calidad de vida y buen vivir, según muchas encuestas, a lo que se suman otros atractivos como una rica gastronomía porque cuenta con alrededor de diez estrellas Michelin en un radio de unos dos kilómetros cuadrados.
Qué ver
Tradición y modernidad puede ser una buena manera de definir Mónaco. Este principado es un destino que se mantiene fiel a su ADN, pero que avanza hacia la modernidad.
Es una combinación que se observa en su estructura y arquitectura clave en elementos como la Belle Epoque de la Place du Casino o el ambiente más contemporáneo que impregna el Monte-Carlo One. Para disfrutar de la arquitectura, se debe recorrer el barrio del Castillo, que trasporta hasta la Edad Media.
Además de arte y bella arquitectura, Mónaco también está considerado como uno de los centros del mundo en lujo, aunque es un elemento que se codea con la sostenibilidad y la responsabilidad tanto en los grandes hoteles –constituyen ya de por sí una ruta turística-, como en los famosos spas que alberga o los eventos que se celebran a nivel mundial y que son famosos en todo el planeta.
Una muestra del lujo se observa en su puerto deportivo donde es fácil ver los yates de jeques y multimillonarios. Esta imagen contrasta con la del verano, época en la que proliferan los puestos de comida rápida, que hacen el deleite de los niños y el turismo más corriente.
Y, por supuesto, no hay que perder otro de los atractivos como es el cambio de guardia, que se celebra todos los días en la explanada que hay frente al palacio de los Grimaldi. Una cita que es a las 11.55 horas.
Otros atractivos son el oceanográfico de Mónaco y por supuesto el famoso Casino de Monte-Carlo, que es punto de encuentro de lujo y glamour.