Glasgow es una de las ciudades más importantes de Escocia. Probablemente, la siguiente tras la capital de Edimburgo. Sus calles son una excelente combinación de modernidad y de tradición, que queda plasmada en su riqueza artística y en la preservación de su historia. Es una localidad que ofrece numerosas posibilidades a la hora de ser visitada: desde su cultura más ancestral a actos tan populares como disfrutar de sus pubs para degustar el haggis, su plato nacional.
Qué ver
Glasgow tiene muchas rutas para hacer en función de lo que se esté interesado en ver. Y una de ellas se lleva a cabo por la parte antigua de la ciudad industrial y portuaria donde se localizan los astilleros, que datan del siglo XIX y en los que se han construido navíos tan importantes como el Queen Mary, Queen Elisabeth o el yate real Britania. Una ruta en la que también hay que visitar los edificios cercanos al río Clyde.
Al margen de la industria, Glasgow es una ciudad que también se identifica con la cultura. No en vano, aquí están las sedes del Teatro Nacional de Escocia, el Centro Cultural Nacional, el Ballet de Escocia o La Opera Escocesa. Igualmente, es el centro de su universidad, aparte de contar con una amplia oferta de museos.
Dentro de ellos, por ejemplo, está el Museo Kelvingrove, que tiene un edificio de ladrillo rojo y en el que hay obras de Dalí. Además, se pueden ver muebles diseñados por Mackintosh en los que se observan influencias chinas y japonesas.
De este autor, Glasgow acoge otros lugares de interés como la Escuela de Arte o edificios singulares como El Faro, en Mitchell Line, que cuenta con varias estancias para exposiciones, aparte de albergar un mirador desde el que se otean la mejores vistas de Glasgow. Mackitonsh también diseñó varios salones de té, destacando Mackintosh at the Willows.
La visita por Glasgow no puede acabar si ir al Scotland Street School Museum, que está dedicado a su obra, así como a la educación en Escocia.
Cultura popular
Además de estos atractivos, también hay que conocer el Glasgow popular, es decir, el día a día de esta ciudad. Son característicos los pubs para beber el whisky –suele ser de malta-, que se toma en vaso corto y solo o bien con un poco de agua del tiempo.
En los pubs también se toma el haggis. Un pato contundente y de sabor intenso que se elabora con vísceras de animal y cebollas, aparte de añadirle otros condimentos, con los que se rellena la tripa de cordero, que se cuece durante bastante tiempo.