Lisboa es una ciudad a la que es habitual ir en más de una ocasión porque, la verdad, es que enamora y mucho. No le faltan atractivos para ello por los monumentos e historia, pero también por el encanto de todos sus barrios, que bien permiten callejear y perderse por sus establecimientos, algunos de los cuales son muy modernos y vanguardistas. Si no se tiene mucho tiempo para estar en esta capital, vamos a proponer unas rutas y lugares para ver para disfrutar de un fin de semana o bien un puente en esta ciudad portuguesa.
El recorrido
Lisboa es una ciudad a la que es fácil llegar, ya sea por coche, tren, autobús o avión. Y, una vez que ya se está allí, las posibilidades que ofrece esta ciudad son infinitas porque es una perfecta simbiosis entre naturaleza, patrimonio, mar, historia y una rica gastronomía que, sobre todo, es conocida por el bacalao y los pasteles de Belem.
La ruta puede comenzar perfectamente por el centro de la capital portuguesa, conocida como La Baixa, para recorrer sus calles a pie o bien en tranvía. Visita obligada es bajar por sus céntricas calles hasta llegar a la orilla del Tajo.
El recorrido también debe llevar a los barrios de Alfama y el Chiado, teniendo que recorrer su eje principal, que es la Rua Augusta, que llega hasta la Plaza del Comercio, que es una de las más populares y visitadas de la capital.
Dentro del barrio de la Alfama, no hay que perderse puntos de interés turístico por su historia como las ruinas del Castelo de Sao Jorge. Es una zona muy entrañable por sus mercadillos locales y sus callejones en los que se vive el espíritu de la auténtica Lisboa.
En la zona de Chiado, es el momento de disfrutar de la cultura y de los locales y sitios más vanguardistas o bohemios. No faltan cafeterías, librerías y otros establecimientos en torno al arte, que tienen mucho encanto. Y todo ello en unas calles en cuesta, que son también típicas de esta parte de la ciudad en la que se hallan lugares como el Elevador de Santa Justa.
Y, para finalizar el recorrido, se puede ir al Barrio Alto, donde hay muchos bares para tomar algo y conversar. Al día siguiente, el fin de semana en Lisboa puede terminar en la zona de Belém para ver los Jerónimos o la Torre de Belém.