A la hora de hacer turismo, se suele buscar destinos con buenas playas, zonas de montañas o verdes para aquellos que buscan el contacto con la naturaleza, capitales que tengan historia… Pero también hay otras opciones de hacer turismo. Y, una de ellas, es recorrer las ciudades que son famosas por otros motivos. Es decir, aquellas que son muy conocidas a nivel mundial porque ellas han dado el nombre a algún producto de renombre. Es otra manera de hacer turismo, que puede ser muy interesante porque, además, son sitios bastante curiosos. Aquí hacemos algunas propuestas, aunque ya adelantamos que algunas capitales son “muy sabrosas”.
Cognac
Cognac es una localidad que se encuentra entre Burdeos y La Rochelle. Evidentemente, con este nombre, es fácil asociarla al coñac. Y así es. Es una vinculación exacta porque este tipo de brandy se elabora con uvas procedentes de esta región de la que ha tomado nombre y que es conocida internacionalmente por esta bebida.
Evidentemente, en ella, es interesante visitar las bodegas y los diferentes viñedos para conocer todo sobre este brandy de fama mundial, ya que en esta región de Francia están situadas las marcas de coñac como Camus, Rémy Martin, Hennessy o Courvoisier.
Muy interesante es conocer todo el proceso de elaboración y cómo el suelo de caliza dota a las uvas de una calidad y particularidades únicas a lo que hay que añadir también el proceso de destilación propio y que comprende dos años en cubas de roble.
Además de recorrer bodegas y viñedos, Cognac tiene otros atractivos. El turista puede visitar su casco antiguo que es bastante curioso, así como recorrer las calles y bulevares del ensanche.
Módena
Y otra opción para hacer turismo vinculado a un producto alimentario es Módena. Esta localidad italiana es la que da nombre al conocido Vinagre de Módena, que es popular en el mundo entero.
Módena, que está situada cerca de localidades como Parma o Bolonia, ofrece la posibilidad de visitar las empresas que se dedican a la producción de este vinagre, que se ha convertido en el motor económico principal de esta zona italiana en la que también tiene un especial peso el motor de la mano de Ferrari.
Este vinagre, que nada tiene que ver con las versiones que se encuentran en los supermercados (al menos en los más populares), es un producto de lujo, que se elabora con una mezcla de varios vinos tintos y blancos procedentes de distinta variedades de uva. El resultado es un vinagre de sabor fuerte, pero ligeramente dulce, y que se reconoce por su color oscuro y la textura espesa.
Aparte de conocer los secretos de su elaboración, Módena también merece una visita para conocer su casco antiguo. También se puede visitar sus alrededores como Maranello, donde está la sede de Ferrari, y acudir a la Osteria Franciscana del chef Massimo Bottura, que ha sido reconocido en varias ocasiones como el mejor restaurante del mundo.
Arcachon
La ruta por el recorrido de ciudades nos lleva también a Arachon. Una localidad costera, que está cerca de Burdeos. Este enclave es conocido por sus criaderos de ostras y, evidentemente, por las otras, que tienen un aroma salobre.
De aquí salen para muchos las que son las mejores ostras del mundo por su carne densa y sabrosa. Además, es muy rica en vitaminas y minerales. Su degustación es obligada cuando se visita esta zona, siendo recomendable probar las diferentes formas en las que se consume.
En general, es un bocado que se come al natural, es decir crudo, pero también es posible ponerle un chorrito de limón encima o bien acompañarla de pan de centeno con mantequilla.
Además de las ostras, también se puede visitar la Gran Duna de Pilat, que está muy cerca, para ver la pirámide de arena natural de 109 metros de alto y desde donde se ve toda la bahía en la que destacan los bancos de arena fina y blanquecina.