Hoy vamos a seguir hablando de Escocia porque es uno de los destinos que tiene más secretos y lugares recónditos para ver. Si ya conocemos las islas, las principales localidades y castillos y otros de sus principales atractivos turísticos, una buena opción cuando se quiere volver al país es aprovechar todo lo que ofrece su naturaleza. Y, dentro de ellas, están las cuevas.
St Ninian
Una de las principales maravillas de Escocia, es la Cueva de St Ninian. Se halla a unos seis kilómetros de Whithorn y se puede llegar a ella dando un paseo que atraviesa la playa y que lleva directamente.
Es una cueva marina que, además, tiene mucha historia, porque se cuenta que fue el refugio de St Ninian, el primer obispo que visitó Escocia y del que toma su nombre. No obstante, también hay otras historias que apuntan a que, en realidad, fue el refugio del Monasterio en Whithorn.
Sea cual sea la verdadera, no hay que perderse su encanto marino, aparte de disfrutar la soledad y el aislamiento que se siente nada más entrar en ella.
Mackinnon
Esta otra cueva está situada en la Isla de Mull. Al igual que la anterior, también es de tipo marino y, por supuesto, no faltan leyendas y mitos en torno a ella. En su interior, no hay que perderse las grietas, ni ver las piscinas naturales y las cascadas. Eso sí, hay que tener en cuenta que solo se puede acceder a ella si la marea está baja.
Otros datos de interés es que fue visitada por los escritores Samuel Johnson y James Boswell, quien justo escribió su famosa biografía.
Detraligill
Estas cuevas están en la parte de Inchnadamph, localizándose una de las zonas más importantes de Escocia en cuanto a cuevas se refiere, aparte de ser de las más extensas. En su recorrido, se pasa por impresionantes arcos de entrada de la cueva, observándose además unas vistas espectaculares de montañas circundantes.