¿A quién le gusta viajar? ¡A casi todo el mundo! ¿A quién le gusta gastar mucho cuando está de viaje? ¡A casi nadie! Por eso creo que este artículo será de gran utilidad para muchas personas que quieren descubrir mundo sin necesidad de gastarse todos sus ahorros.
Existen una serie de trucos que nos permiten viajar por poco, pero hay que conocerlos y ponerlos en práctica para que nuestros días de ocio no se traduzcan en una dolorosa factura que posponga en exceso nuestro próximo viaje.
1- Llévate algo de comida
Si te vas de vacaciones a un país como Tailandia no lo hagas, a menos que no quieras renunciar al sabor del buen jamón a tantos kilómetros de distancia de España. Sin embargo, en destinos como Noruega puedes arrepentirte de no haber llevado embutido y otros alimentos que pesan y ocupan muy poco. Tener dinero para ir a un sitio es una cosa, pero luego hay que contar con una serie de gastos que te pueden complicar la vida. Los más acusados, casi siempre, los de las comidas.
2- Anda todo lo que puedas y más
La opción más cara del mundo es la de ir en taxi, así que no te lo plantees a menos que sea una necesidad. Luego está lo de alquilar un coche, que tampoco suele ser barato y te tiene todo el viaje preocupado por si el coche se lleva un golpe y la franquicia no te lo cubre. El siguiente escalón, que es el que solemos vender como económico, es el de ir en bus, metro o tren. Es verdad que es la opción más barata de todas las mencionadas anteriormente, pero no menos cierto es que te ahorrarás mucho más yendo a los sitios a pie.
3- Alójate lejos del centro
Lo que acabo de contar en el párrafo anterior es más costoso si has elegido un hotel que no está cerca del centro, ya que no es lo mismo andar durante 15 o 20 minutos que tener que hacerlo durante una hora o más. Calcula si ahorrarás más alojándote en las afueras y cogiendo transporte público o acercándote al centro para ir andando.
4- Resuelve todas tus dudas
A veces, por no hacer el ridículo, nos quedamos con las ganas de hacer preguntas que en realidad no tienen nada de ridículas. Por ejemplo, si es la primera vez que viajas a Italia es probable que no sepas lo que es el famoso «coperto» que te cobran en muchos restaurantes. Eso hace que la comida acabe costándote más de lo que creías, sobre todo si vas en familia.
5- Cuidado con el equipaje
Viajar con poco equipaje no solo es un alivio por temas de peso a arrastrar, sino que también te permitirá adquirir productos en tu destino para llevarlos en la maleta sin miedo a que te cobren más por exceso de peso o por llevarlo en la mano.
6- Compara precios
Si estás merodeando una zona de restaurantes para ir a comer, fíjate bien en las cartas de muchos de ellos para comparar y tomar una buena decisión. Recuerda que ir al más barato no siempre es sinónimo de éxito. ¿Un consejo al respecto? Nunca vayas a un restaurante que está completamente vacío mientras los otros están llenos. Es mala señal.
De la misma forma, también deberías comparar los precios de los souvenirs entrando en varias tiendas, ya que muchas veces tienen los mismos productos con precios que pueden variar una barbaridad. Si los compras en zonas muy turísticas, prepárate para pagar más de lo normal.
7- Compra agua en supermercados
Especialmente si viajas en verano, que es cuando más calor se pasa y más necesidad tenemos de ir con botellas en la mochila. Si las compras en lugares perdidos o en chiringuitos te costarán mucho más que si las compras en un supermercado. Sé previsor.
8- Visitas en días con entrada gratuita
Ya sabes que hay exposiciones, museos, galerías de arte y atracciones turísticas que a veces se pueden visitar de forma gratuita. Los hay que un día a la semana ofrecen entrada gratis, mientras que hay otros que solo se pueden visitar sin pagar una vez al mes. Infórmate para planificar tu viaje lo más low cost posible.
9- Regatea en los mercadillos
Ya sabes cómo funcionan los mercadillos. No hace falta estar en el Zoco de Marrakesh para regatearle a un vendedor. Saben que eres turista y empiezan con un precio alto por si quieres regatear. Están preparados y saben hasta dónde pueden llegar. Tú también deberías saberlo para no ser demasiado pesado en las negociaciones.
10- Carné de estudiante a todas partes
¿Tienes un carné de estudiante? ¡Llévatelo! Muchas veces tienes descuento en museos, atracciones turísticas, etc. Lo mejor de todo es que apenas se lo miran, así que puedes presentar un carné universitario de hace más de 10 años por si cuela.