En Vaals, la ciudad con más altura de Holanda, podemos encontrar lugares bucólicos y curiosos para perderse. Uno de ellos es el laberinto de Drielandenpunt (que significa «punto de los tres países»), un lugar muy especial en el que podrás entrar pero no está tan claro que puedas salir.
Una gran cantidad de arbustos forman uno de los laberintos naturales más famosos de Europa. Obstáculos, bifurcaciones, callejones… todo lo que puedas imaginar hará que pienses que estás perdido. Chorros de agua que salen del suelo y trucos tecnológicos que se han ido incorporando con el paso del tiempo, completan el conjunto de elementos de incertidumbre de este laberinto no apto para personas claustrofóbicas.
Si tienes la suficiente habilidad como para llegar al centro del laberinto, tendrás una vista general de todo el recorrido desde una torre que hay situada allí y podrás ver al resto de turistas que disfrutan (o no) de su estancia en Drielandenpunt. Para que nadie se pierda más tiempo de la cuenta, una serie de guías turísticos te ayudarán a salir en caso de que necesites salir de ahí inmediatamente.
Por si no ves a ningún guía turístico, te recomendamos que lleves una buena brújula encima, no vaya a ser que tus familiares te echen de menos…