En los últimos años el turismo se ha convertido en una de las piezas clave de Huesca, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que en esta provincia podemos disfrutar de la esencia de la cultura y las tradiciones de Aragón, de un increíble paisaje, de numerosos deportes de aventura y de pueblos de inmensa belleza.
Son muchos los pueblos que merece la pena visitar en Huesca, pero como es muy difícil poder visitarlos todos, hoy en Vuela Viajes vamos a hacer una selección de los que, para nosotros, son los más bonitos. ¿Te apetece acompañarnos?
Alquézar
Vamos a comenzar nuestro recorrido por los pueblos más bonitos de Huesca en Alquézar, una pequeña localidad rodeada de un paisaje espectacular. En lo alto del pueblo se encuentra la Colegiata, una fortaleza musulmana construida en el siglo IX que se mantiene prácticamente intacta. En Alquézar tendrás la posibilidad de revivir el pasado medieval, descubriendo rincones como el portalón gótico, la Plaza Mayor, molinos, puentes y presas.
Aínsa
El siguiente pueblo de nuestra lista es Aínsa, una villa declarada Conjunto Histórico-Artístico en la que descubrirás un precioso casco antiguo uniforme y repleto de casas. Además de conservar las murallas prácticamente intactas, el pueblo mantiene antiguos monumentos, como la Colegiata, la iglesia románica de Santa María o la ciudadela.
Ansó
También queremos hablarte de Ansó, un pueblo que está considerado como la capital del Valle de Ansó. Situado a 860 metros de altitud, está formado por casas de piedra con características fachadas y chimeneas y calles empedradas. De todos los rincones que merece la pena visitar en este bonito lugar oscense destacamos la iglesia, que domina los tejados de Ansó. Es importante que tengas en cuenta que en las dependencias parroquiales se encuentra el Museo Etnológico, una visita obligada.
Loarre
Otro hermoso pueblo de Huesca es Loarre, que se encuentra junto a la sierra que lleva el mismo nombre. El municipio está asentado a los pies de un imponente castillo, que ha tenido mucha importancia en la historia de la villa y ha pertenecido a diferentes dueños y etnias. Eso sí, este no es el único edificio que merece la pena visitar del pueblo. Entre otros, destacan el antiguo ayuntamiento y su iglesia parroquial.
Riglos
Situado en la comarca de la Hoya, Riglos destaca por la belleza de su paisaje. Destacan, eso sí, los majestuosos Mallos de Riglos. Además, hay que tener en cuenta que aquí podrás realizar un montón de deportes de aventuras, siendo la escalada la actividad principal. Por otro lado, es un lugar ideal para observar aves.
Torla
Otro pueblo que no puede faltar en la lista es Torla, que ha conservado una rica historia y un singular patrimonio. Enmarcado en un paisaje natural espectacular, la villa cuenta con un casco antiguo de raíces medievales que se mantiene en perfecto estado de conservación. Aquí podrás contemplar auténticas joyas de la arquitectura altoaragonesa, como el Casón de los Viu, un palacio del siglo XIV.
Benasque
También queremos hablarte de Banasque, un lugar cargado de historia y rodeado de un paisaje espectacular. Ubicado en la parte alta del río Ésera, el pueblo ofrece un casco urbano de enorme belleza, con calles estrechas y empedradas, y casas de piedra que se amontonan alrededor de la iglesia románica del siglo XIII. Destaca el palacio de los condes de Ribagorza y la Casa Juste.
Anciles
Por último, queremos hablar de Anciles, un pequeño y precioso pueblo de muy pocos habitantes en el que encontrarás casas solariegas de gran valor arquitectónico, datando de los siglos XVI y XVII, además de una iglesia parroquial del siglo XVI.