Viajar es una forma de escapar de la rutina y descubrir nuevos lugares, pero también ofrece beneficios físicos y mentales. Por un lado, viajando rompemos con las costumbres sedentarias, independientemente del tipo de viaje que escojamos. Y es que no te quedará más remedio que moverte al visitar atracciones turísticas, practicar deportes, recorrer ciudades, pasear por la naturaleza o nadar en la playa o la piscina. Por otro lado, viajando nos desarrollamos cultural y personalmente. En definitiva, es un aliado perfecto para conseguir el bienestar.
Si además de viajar, lo hacemos en familia, a estos muchos beneficios también le podemos sumar el hecho de que pasamos nuestro tiempo más preciado con las personas que más queremos en el mundo. ¡Y no solo eso! Viajar en familia tiene muchísimas más ventajas. ¿Las quieres conocer? ¡Pues solo tienes que acompañarnos!
Estrechar lazos
El ritmo de vida que la mayoría llevamos hoy en día a veces imposibilita que podamos pasar todo el tiempo que nos gustaría con nuestra familia. Para quitarnos ese cargo de conciencia y disfrutar al máximo con nuestra pareja e hijos, lo mejor es pasar los días de vacaciones con ellos. Además, pasar prácticamente las 24 horas del día con los tuyos te ayudará a estrechar lazos y a conocer mejor a tus pequeños.
Beneficios para los más pequeños de la casa
Como te hemos comentado, viajar tiene numerosos beneficios (desconectar de la rutina, abrir la mente, conocer otras culturas…), y no creas que solo para los adultos. De hecho, gracias a los viajes los más pequeños de la casa no solo pasarán buenos ratos con la familia, sino que se desarrollarán emocional y socialmente. Así, aumentarán su capacidad de observación; adquirirán nuevos valores; desarrollarán nuevas habilidades como, por ejemplo, la paciencia; y serán capaces de pensar de forma más reflexiva, racional y crítica. Por supuesto, también hay que tener en cuenta que es la mejor forma de aprender nuevos idiomas, conocer otras culturas y aprender de historia, lo que le incitará a querer descubrir más. Además, también aprenderán a ser más tolerantes con los demás y respetuosos con el entorno.
Beneficios para los adultos
Viajar con niños también tiene muchas ventajas para los adultos. Por ejemplo, verás el mundo sin prejuicios y descubrirás experiencias que ya habías olvidado: lo hermoso de un piedra de cristal, el misterio de una cueva, los chapuzones en la piscina… Por supuesto, disfrutarás mucho viendo su cara de sorpresa al descubrir nuevos lugares. Además, te ayudará a hacerle entender a los pequeños que se puede vivir sin tele y videoconsolas. De hecho, descubrirán que lo que hay en el exterior es mucho mejor que lo que se puede ver en una pantalla. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los pocos minutos que podrás pasar solo o en pareja los disfrutarás más que nunca.
Alquilar un apartamento
Sobre todo si tienes una familia numerosa, al viajar en familia puedes alquilar un apartamento, dependiendo del destino, claro. De esta manera, no solo ganarás comodidad, ya que podrás organizar el tiempo a tu manera y tener unas vacaciones adaptadas a vuestro ritmo, sino que te resultará más económico, ya que, en general, alojarse en un apartamento es más barato que un hotel. Además, no tendrás que comer fuera todos los días. Y si lo del apartamento no te convence, también podrás alquilar habitaciones con más camas, lo que también te permitirá abaratar costes.
Experiencias inolvidables
Por supuesto, también es importante tener en cuenta que al viajar en familia la experiencia no se acaba con el regreso a casa. Y es que los pequeños guardarán en su memoria todas las experiencias vividas, recordándolas durante toda su vida.