Podríamos pasarnos todo el día dándote motivos para viajar a Galicia: aquí se encuentran algunas de las mejores playas del mundo; se puede comer un marisco espectacular; disfrutar de vinos y una gastronomía excelentes; contemplar impresionantes puestas de sol; ver el faro romano más antiguo; contemplar cascos antiguos estupendamente conservados; degustar diferentes denominaciones de origen… Por supuesto, no podemos olvidarnos de la amabilidad de sus gentes, de sus fiestas y tradiciones y de que aquí se encuentra el destino final del Camino de Santiago.
Hoy, sin embargo, queremos centrarnos en otra razón para visitar esta preciosa comunidad autónoma: contemplar la única cascada de Europa que desemboca en el mar. Nos estamos refiriendo a la Cascada del Ézaro, un lugar insólito que se encuentra en la desembocadura del río Xallas, en la localidad de Ézaro, que pertenece al municipio de Dumbria (A Coruña). ¡Te contamos más detalles sobre este bonito enclave a continuación!
Un espectacular salto de agua
Como te acabamos de comentar, la Cascada del Ézaro se encuentra en la población del mismo nombre. Concretamente, se sitúa a las faldas del Monte Pindo, el Olimpo Celta, y a tan solo 20 kilómetros de Finisterre. Como puedes imaginar, este lugar es un auténtico espectáculo durante todo el año, aunque es en invierno cuando la cascada muestra todo su esplendor, especialmente en los años más lluviosos. Eso sí, tenemos que reconocer que antes no te hemos dicho toda la verdad en lo que respecta a que se trata del único río de Europa que desemboca en el mar en forma de cascada, ya que tanto en Escocia como en los fiordos noruegos pueden encontrarse algunos riachuelos con el mismo tipo de desembocadura. Lo que sí podemos afirmar es que el Xallas es el río más caudaloso que desemboca de esta espectacular forma. Debido a la fuerza con la que el agua cae el pozo formado bajo la cascada tiene una profundidad de unos 20 metros.
Ya no cae a su antojo
Eso sí, hay que tener en cuenta que el río ya no cae a su antojo, como sí hacía tiempo atrás, ya que está domado ahora por 4 embalses. El que controla la salida de la corriente al mar es el de Santa Uxía. Hasta abril de 2011, la cascada solo estaba abierta algunos fines de semana al año. De hecho, algunos años, cuando el caudal era muy pobre, la cascada solo se abría unas 2 o 3 veces al año, siempre coincidiendo con la época de mayor afluencia de visitantes.
Contemplar la cascada
Para contemplar este espectáculo de la naturaleza puedes situarte en las pasarelas de madera con gradas que prácticamente se encuentran bajo la caída de agua. Eso sí, también te recomendamos que subas hasta el mirador situado sobre el pueblo, el Mirador del Ézaro donde además de admirar la cascada podrás contemplar el Monte Pindo, el pueblo y la playa. Además, la puesta de sol es espectacular. Como el acceso es sencillo, es normal ver turistas en la zona, especialmente en verano.
Iluminación nocturna
Si el espectáculo durante el día es sombroso, durante la noche puede llegar a ser realmente alucinante. Nos referimos a determinados días del año en los que la Cascada del Ézaro se ilumina. Esto ocurre en Semana Santa, San Juan y verano. En estas noches, la iluminación dura una hora y suele comenzar a las 22.00 horas en Semana Santa y a las 23.00 horas en el periodo estival. A continuación te dejamos con nuestra galería, donde encontrarás más imágenes de la Cascada del Ézaro. ¡No te lo pierdas!