¿Has oído hablar en alguna ocasión de la Puerta al Infierno de Darvaza? ¿No? ¡Pues tiene una historia que merece la pena conocer!
Como puedes observar en las imágenes, se trata de un cráter ardiente, pero al contrario de lo que puede parecer, esta maravilla de la naturaleza no ocurrió de forma totalmente natural. La búsqueda de gases geólogos y una “brillante” idea de los científicos tuvieron mucho que ver. ¡Te contamos la historia sobre este curioso lugar a continuación!
70% de desierto
La Puerta al Infierno se encuentra en el gran desierto de Karakum, cerca de la pequeña aldea de Darvaza, en Turkmenistán. En realidad, el desierto ocupa el 70% de todo el país, o lo que es lo mismo, 350.000 km2, y es muy rico en petróleo y gas natural.
La mano del hombre
La Puerta al Infierno se formó durante la década de 1970. Por aquel entonces, durante unas prospecciones en busca de gas de geólogos soviéticos, el suelo se hundió dejando un agujero de 60 metros de diámetro y 20 metros de profundidad.
Para no permitir que los gases venenosos se evaporaran, un grupo de científicos tuvo la genial ideal de prender fuego a esta cueva llena de gas, pensando que el incendio se apagaría tras unos días. Sin embargo, 40 años más tarde el cráter sigue ardiendo y se ignora totalmente durante cuántos años más continuarán ardiendo las llamas de la Puerta al Infierno.
El peligro de jugar con las fuerzas de la naturaleza
Durante el día, la Puerta al Infierno resulta de lo más llamativa por su amplitud, pero cuando realmente impresiona es durante la noche. De hecho, cuando desaparece el sol el cráter se vuelve visible desde varios kilómetros de distancia. Como ves, resulta muy peligroso jugar deliberadamente con las fuerzas de la naturaleza, especialmente cuando no se conocen en profundidad.