Si te gustó el parque sumergido bajo el agua en Austria, no te puedes perder lo que tenemos preparado para hoy, porque es uno de los rincones más alucinantes del mundo. Y es que hasta su nombre es bonito.
Nos referimos a Hierve el Agua, dos cascadas petrificadas situadas en San Isidro Roaguía, una población situada a unos 50 kilómetros de Oaxaca, México. Se formaron hace miles de años debido al escurrimiento de agua con alto contenido de minerales. El área del manantial que le dio origen se ha aprovechado para crear una gran alberca, hoy piscina natural con el agua a una temperatura de unos 24 grados. ¿Quieres más detalles? ¡A continuación!
Un lugar sagrado
Al parecer, Hierve el Agua fue un lugar sagrado de los antiguos zapotecos, una de las civilizaciones más importantes de la región. Esto ha dado pie a que en el lugar se hayan dado cita numerosos arqueólogos, biólogos y geólogos. Además, hace más de 2.500 años en este lugar se construyó un complejo sistema de riego del cual aún existen importantes vestigios.
Infraestructura turística
En su entorno se ha creado una amplia infraestructura turística, con restaurantes y cabañas donde pasar la noche. Y es que el paisaje es realmente espectacular: el verde de la sierra contrasta sorprendentemente con los tonos ligeramente ocres de las enormes cascadas, esculpidas durante miles de años por el paso lento del agua carbonatada.
Por qué se llama Hierve el Agua
Una de las cascadas mide 30 metros de altura y la segunda, aproximadamente 12 metros. El nombre de Hierve el Agua se debe a que el agua que nace de los manantiales está hirviendo, pero no por altas temperaturas, sino porque los gases minerales que contiene la hacen desprender burbujas gaseosas y obligan al agua a saltar al exterior del conducto subterráneo de la montaña.