Señorial, elegante, bella… Así es la Plaza Mayor, o Grand Place, de la ciudad belga de Bruselas. Uno de los conjuntos arquitectónicos más destacados de la ciudad, que fue declarado, por su belleza y valor histórico, Patrimonio de la Humanidad en el año 1998.
Hoy queremos acompañarte en un paseo por esta plaza tan especial, en la que la mayoría de sus edificios datan del siglo XVII, época en la que era el centro cultural y comercial de la ciudad.
Una arquitectura única
Una de las cosas que más me gustan de esta Plaza Mayor de Bruselas es la forma en la que se mezclan diferentes los estilos arquitectónicos y artísticos propios de la zona y de la época. Una combinación que refleja la historia y la prosperidad que alcanzó la ciudad.
La Plaza Mayor está localizada en el corazón de la ciudad y las primeras referencias que se tienen de su existencia datan del año 1174. Antes se conocía con el nombre de Nedermarckt (o Mercado Inferior). Tiene estructura rectangular, resultado de las muchas ampliaciones que ha ido experimentando. De hecho, no alcanzó su forma y tamaño definitivos hasta 1695.
Entre los edificios más señalados que se encuentran en la Grand Place están las casas de los gremios, el Ayuntamiento y la Casa del Rey. Muchos de los edificios que rodean la plaza fueron reconstruidas en el siglo XVI y se remodelaron sus fachadas para adoptar elementos de estilo barroco o renacentista.
El Ayuntamiento está en la parte sur de la plaza y consta de un conjunto de edificios construidos en distintas etapas. Los que dan a la plaza son del siglo XV, aunque las estatuas de la fachada se colocaron en el XIX. En frente está la Casa del Rey, convertida en la actualidad en museo de la ciudad. Fue reconstruido en torno a 1873, con fidelidad a su esquema original, un edificio de ladrillo de tres pisos con fachada porticada y una torre.