Chispeante, profundamente moderna y muy, muy chic. Así es Londres, la ciudad perfecta para urbanitas redomados que disfrutan de todo lo que una gran ciudad puede ofrecerles (una variada oferta cultural, tiendas de vanguardia y los locales más de moda) y no les molestan ni el tráfico ni las aglomeraciones.
Pero otro Londres también es posible. La capital inglesa esconde en su interior maravillosos parques que son ventanas abiertas a la naturaleza, y que tanto londinenses como visitantes disfrutan al máximo. Aquí tienes algunos de los más importantes.
Disfrutar al aire libre
Cuando viajes a Londres reserva un tiempo para descubrir sus parques y jardines. Descubrirás otra forma de vivir la ciudad. Además, son perfectos si viajas con niños, ya que en ellos podrán desfogarse a gusto.
Una de las zonas verdes más importantes de la ciudad, y la más grande del centro, es Hyde Park, con su lago Serpentine. En ella encontrarás preciosos jardines de flores, fuentes espectaculares, y cafés y quioscos para tomar un tentempié. Muy cerca, los jardines de Kensington también merecen una visita. Se abrieron al público en 1841 y allí está la que fue residencia de Diana de Gales, el Kensington Palace.
Otro parque que destaca por su belleza es el Sant James Park, uno de los más elegantes de la ciudad, que fue planificado y construido en el siglo XVIII y que cuenta con un precioso lago en el que viven más de 40 especies diferentes de aves acuáticas. En verano podrás disfrutar de los conciertos musicales que se organizan.
Y, para terminar, no dejes de visitar Regent’s Park, con sus preciosos jardines de rosas, los Queen Mary’s Gardens. También hay un teatro al aire libre y actuaciones musicales en verano, y dispone de varios recoletos cafés en los que tomarse un respiro entre tanta belleza. No te lo pierdas.