Viajar no tiene por qué ser caro. Está claro que, en los tiempos que corren, la mayoría de nosotros tenemos que apretarnos el cinturón, pero eso no significa que debamos a renunciar a conocer otros lugares interesantes.
Hoy me gustaría repasar con vosotros algunos consejos prácticos para ajustar nuestro presupuesto y así poder continuar haciendo lo que más nos gusta: viajar sin parar. Las claves pasan por, sobre todo, ahorrar en los vuelos y en el alojamiento. Os cuento cómo hacerlo.
Volar por menos dinero
El avión, aunque caro, sigue siendo imprescindible para acceder a muchos lugares del mundo. Sin embargo, podemos abaratar el precio de los billetes de avión si elegimos viajar en temporada baja y evitando hacerlo en fin de semana. También ahorraréis si elegís el destino en función del presupuesto. ¿Qué le importa a un espíritu viajero como el vuestro el lugar al que viajar? El caso es seguir haciéndolo.
Otra idea es sustituir los vuelos directos por otros con escalas. Se necesita más tiempo, pero el precio baja bastante. También se ahorra volando desde aeropuertos algo más alejados de casa, y llegando a otros también más lejos de los destinos. Compara precios y verás.
Vigilar el exceso de equipaje (incluso poniéndote encima varias prendas) o traer el tentempié de casa (evitando comer en el avión) son otras ideas para ahorrar en el vuelo.
Buscar alojamientos más baratos
Evitar los hoteles caros es una manera de ahorrar en el alojamiento, y no es tan difícil, teniendo en cuenta las siguientes sugerencias. Algo que podéis hacer para ajustar el presupuesto de vuestras escapadas es intercambiar vuestra casa con otra persona que viva en el destino. Así podréis visitar nuevos lugares sin tener que gastar dinero en impersonales hoteles.
En cualquier caso, en casi todas partes existen albergues y hoteles económicos a los que recurrir. O también podéis alquilar una habitación privada (en Internet hay webs especializadas en ésto).
¡Muy buenos consejos! Si lo verdaderamente importante es conocer otros lugares, no deberíamos valorar mucho el lugar donde nos alojamos en nuestros viajes. ¿Qué más da no estar en un hotel de cinco estrellas si lo que de verdad queremos es visitar el destino escogido? Por eso, también es buena idea dejar de lado los hoteles y hostales y vivir la experiencia de dormir en un camping. Son más económicos y te dan la posibilidad de conocer un montón de gente.
Estoy de acuerdo contigo. Lo importante es poder viajar, aunque haya que reducir el presupuesto. En un viaje hay muchas formas de ahorrar en cosas que no son tan necesarias.